Hoy hablamos de la importancia del bienestar en la escuela. Y es que como habrás intuido, el nombre de este proyecto no es en vano.
El bienestar en la escuela es esencial, de hecho, a la hora de elegir una escuela, la mayoría de nosotros nos inclinamos por un centro donde nuestros hijos fueran felices.
Por eso, en este artículo quiero contarte qué es el bienestar en la escuela, por qué es importante, a qué retos nos enfrentamos para lograrlo y qué estrategias puedes poner en marcha en tu centro educativo.
¡Vamos allá!
Empecemos por el principio: ¿qué es el bienestar en la escuela?
El bienestar en la escuela responde a un enfoque que incluye aspectos como la salud física, mental y emocional, y un sentimiento de pertenencia, sentido de propósito y de logro.
Cuando hablamos de bienestar, en realidad, estamos hablando de un sano equilibrio entre cinco tipos principales de bienestar:
- Emocional: se refiere a la capacidad para gestionar las propias emociones y de ser resiliente.
- Físico: responde a una alimentación saludable y buenos hábitos de ejercicio.
- Social: cuando desarrollamos habilidades comunicativas y somos capaces de crear relaciones sanas con nuestro entorno.
- Profesional: la capacidad de perseguir los propios intereses, creencias y valores para crecer profesionalmente.
- Comunitario: nos habla de integración comunitaria, y está en función del nivel de interacción social y cultural que desarrollamos.
Promover el bienestar en escuela proporciona herramientas para mejorar el rendimiento académico, el comportamiento, la integración social y la satisfacción tanto de los estudiantes como del equipo docente y no docente del centro.
¿Y por qué es importante el bienestar en la escuela?
El bienestar en la escuela es importante porque marcará la experiencia vital de niños y adolescentes durante un periodo muy significativo de su desarrollo personal.
En palabras de Shawn Achor, autor estadounidense y orador conocido por su defensa de la psicología positiva, “la felicidad es la alegría que sientes al avanzar hacia tu potencial”.
Fíjate en cómo influye el bienestar en la escuela en la salud física, emocional y académica de toda la comunidad académica:
Educación en la toma de decisiones
Las escuelas tienen un papel esencial en el apoyo a los estudiantes para educarles en la toma de decisiones de un estilo de vida saludables y ayudarles a comprender los efectos de sus decisiones en su salud y bienestar.
Fomento de la resiliencia
Las habilidades y los comportamientos sociales y emocionales que los jóvenes aprenden en el aula les ayudarán a desarrollar su resiliencia y a establecer el patrón de cómo manejarán su salud física y mental a lo largo de sus vidas.
Desarrollo de un espíritu crítico
Las escuelas proporcionan a los estudiantes las habilidades intelectuales necesarias para reflexionar críticamente sobre las influencias que la sociedad ejerce sobre ellas, la presión de los compañeros, la publicidad, las redes sociales y los valores familiares y culturales.
Mejora en el rendimiento académico
Fomentar la actividad física mejora la capacidad de concentración y por tanto se asocia con un mejor aprendizaje. Desde el punto de vista emocional, desarrollar relaciones sólidas ayuda a enfrentarse con confianza a nuevos retos y a explorar nuevas ideas y formas de pensar.
Salud laboral del profesorado
No olvidemos que el nivel de bienestar que la escuela desarrolle va a afectar directamente a la salud laboral de los profesores y de toda la plantilla del centro.
Retos a los que nos enfrentamos para lograr el bienestar en la escuela
Mejorar el bienestar en la escuela requiere del desarrollo de toda una cultura de bienestar que se enfrenta a retos muchas veces de difícil solución:
- Requiere de la participación activa de toda la comunidad educativa, padres, profesores y personal no docente que deben participar activamente en el desarrollo de la cultura de bienestar en escuela, y esta unión en un objetivo común no siempre es fácil de alcanzar.
- La promoción del bienestar puede parecer que entra en conflicto con otras prioridades escolares, como la alta exigencia de calidad académica o los periodos de exámenes que nos van a empujar a centrarnos más en el rendimiento académico y a abandonar otros aspectos igual de importantes para el bienestar de los estudiantes.
- La escasa capacidad de los centros educativos para decidir o realizar cambios sobre aspectos de la vida escolar que podrían influir positivamente en el bienestar de los estudiantes. Nos referimos por ejemplo a la poca capacidad del centro para decidir sobre el calendario escolar, los exámenes, el contenido de los planes de estudio, la duración de la jornada escolar o el entorno físico de la escuela.
- Las influencias extraescolares sobre el bienestar de los estudiantes, el hogar, las familias o las redes sociales puede tener una influencia clave en el bienestar de los estudiantes.
- La escuela como centro de trabajo es una fuente de estrés. La carga de trabajo, la calidad de las relaciones entre compañeros y la motivación del equipo docente tienen un efecto muy importante en el nivel de bienestar del centro educativo. Los profesores que disfrutan de bienestar son más capaces de interactuar y enseñar.
Cómo mejorar el bienestar en la escuela
Mejorar el bienestar en la escuela requiere de la puesta en práctica de estrategias que contemplen la necesidad de atender las necesidades emocionales de los alumnos, de las familias y del equipo docente.
Personal docente
Laura Bermejo, en su artículo Bienestar docente. Estrategias para una vida emocionalmente más saludable en el trabajo del profesor nos recuerda cómo, en el día a día, el profesor se debe enfrentar a situaciones estresantes.
La conducta desafiante de un alumno en el aula o consolar a un alumno que ha sufrido la pérdida de un familiar son situaciones que exigen un fuerte autocontrol emocional y requieren competencias emocionales como la empatía.
Para estar preparados ante estas situaciones nos propone poner en práctica dos tipos de tácticas diferenciadas:
- Tácticas de tipo racional como, por ejemplo, pensar en los pros y contras de las distintas actuaciones que podemos emprender o repensar en positivo las situaciones que nos ha tocado vivir, por ejemplo, pensar “esto no es para tanto” o “puedo vivir con ello”.
- Tácticas conductuales, como es el uso de una conducta asertiva, la búsqueda de apoyo social o la búsqueda de una solución racional a los problemas.
Estudiantes
Por otra parte, abordar el bienestar de los estudiantes en la escuela supone ayudarles descubrir cómo la escuela tiene un propósito y un beneficio para cada uno de ellos y que puedan sentirse valorados individualmente.
Te ofrecemos algunas de las tácticas que podemos poner en marcha:
- Educarles en el manejo de conflictos y ofrecerles herramientas para hacer frente a la intimidación y el acoso.
- Favorecer su participación en el proceso de toma de decisiones dentro del centro educativo, por ejemplo, a través de consultas o grupos de trabajo.
- Fomentar métodos de enseñanza que contribuyan a un clima más positivo en la clase por ejemplo mediante un aprendizaje cooperativo o actividades al aire libre.
- Reducir la ansiedad que sienten los estudiantes ante los exámenes con alternativas de evaluación menos estresantes e involucrando a los estudiantes en el proceso.
- Ofrecer formación sobre cuestiones de salud como alimentación saludable, ejercicio, abuso de sustancias, relaciones positivas.
Como hemos visto, el bienestar en la escuela mejora la motivación y aquellos que se sienten mejor pueden aprender mejor.
Me gustaría conocer tu opinión, ¿estáis poniendo alguna otra estrategia de mejora del bienestar en vuestras aulas?
¡Hasta la próxima!