Cómo entrenar la gestión emocional en docentes y líderes Montessori

La gestión emocional en docentes y líderes educativos es la base del bienestar en una escuela Montessori. 

Un centro educativo en el que trabajan personas con un buen nivel de inteligencia emocional es sinónimo de un mejor ambiente de trabajo y de empleados felices y comprometidos. 

Por el contrario, el malestar emocional siempre se refleja en estrés laboral, desgaste profesional y emocional, y con ello, en alta rotación y pérdida del talento. 

La pregunta es: ¿cómo podemos entrenar la gestión emocional en docentes y líderes? 

A continuación te dejo las claves. Pero primero, empecemos entendiendo el concepto. 

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar, entender, regular y expresar las emociones con precisión, es decir, la capacidad de gestionarlas de una forma eficiente. 

Es una de las habilidades más importantes que tenemos, ya que es esencial para relacionarnos con otras personas, para cumplir nuestras metas y para vivir una vida equilibrada. 

El término de inteligencia emocional se difundió en 1995 gracias al best seller “Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman, aunque ya se habló de él a partir de 1990 de la mano de Peter Salovey y John Mayer.

Goleman planteó que la inteligencia emocional se compone de cinco capacidades distintas: autoconocimiento, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales. 

Estas cinco capacidades te dan las primeras pistas sobre cómo entrenar la gestión emocional en docentes y gerentes educativos; son imprescindibles para la felicidad en los equipos en las escuelas. 

¿Sabías que hay estudios que reflejan que hasta un 30% de los trabajadores no se sienten realizados por su trabajo? 

Una de las principales causas que hay detrás de este dato es la falta de inteligencia emocional. Y es que sin autoconocimiento, sin motivación y sin empatía es complicado darle un sentido a lo que hacemos:

  • Sin autoconocimiento, no podemos saber lo que nos llena, en lo que somos buenos y qué trabajo está acorde a todo ello. 
  • Sin motivación es sencillo dejarse arrastrar por la apatía y por los días malos. 
  • Sin empatía se complica la buena relación con los compañeros, los alumnos y los padres y madres. 

Todo docente y gerente educativo debería aprender a entrenar la gestión de sus emociones para poder afrontar los retos sin poner en riesgo su bienestar psicológico, físico y social. 

Si somos capaces de aprender a gestionar las emociones, estaremos favoreciendo el desarrollo de nuestra motivación y de un clima agradable en el trabajo. 

Con esta idea clara, lo siguiente es: ¿por dónde empezar?

Cómo entrenar la gestión emocional entre docentes y líderes Montessori

Aquí tienes las claves para que puedas aprender a gestionar tus emociones y a saber cómo ayudar a tu equipo a hacerlo si lideras uno. 

1 – Conócete a ti mismo y al resto

Si te analizas a ti mismo con detenimiento, te darás cuenta de que sigues ciertos patrones. Todos lo hacemos, de hecho. 

Por ejemplo, puedes observar que tras determinados sucesos siempre reaccionas de la misma forma, o sientes cierta emoción… 

Lo bueno de detectar esto es que te permitirá anticiparte, y también tratar de mejorar y cambiar lo que haga falta. 

También es útil en este sentido conocer tus fortalezas y debilidades, y conocer las de tus compañeros y equipo. 

Sobre esto las fortalezas de los personajes de Values In Action (VIA) son un buen modelo para explorar:

  • Sabiduría y conocimiento: creatividad, curiosidad, juicio, amor por el aprendizaje, perspectiva.
  • Coraje: valentía, perseverancia, honestidad, entusiasmo.
  • Humanidad: el amor, la bondad, la inteligencia social.
  • Justicia: trabajo en equipo, equidad, liderazgo.
  • Templanza: perdón, humildad, prudencia, autorregulación.
  • Trascendencia: apreciación de la belleza y la excelencia, gratitud, esperanza, humor, espiritualidad.

2 – Define tus valores y creencias 

¿Cuántas veces hemos conocido casos de personas que dejaban un proyecto porque no estaba alineado con sus valores? Seguramente conozcas alguno, o incluso tú hayas protagonizado uno de ellos.

Todas las personas tienen creencias y valores diferentes, que pueden estar en sintonía o no con el lugar en el que trabajas. 

Conocer los valores con los que te identificas y las creencias que te definen te ayudará a tomar decisiones en base a lo que realmente sientes y quieres para ti. Además, te ayudará a entender por qué sientes lo que sientes ante determinadas situaciones. 

3 – Aprende a escucharte 

Seguramente vayas con el piloto automático puesto todo el día. A mí también me pasa. 

Pero cuando de gestión emocional hablamos, es importante aprender a escucharnos e identificar lo que nuestro cuerpo y nuestra mente nos dicen. 

En muchas ocasiones nuestro cuerpo nos pide una pausa, o sentimos emociones a las que sencillamente ignoramos. 

Sin embargo, si nos detenemos y nos damos la atención que nos merecemos, podremos dirigir todo esto a nuestro favor y no se nos pondrá a nuestra contra.

4 – Aprende a escuchar a otros 

Escucharte a ti es clave, pero escuchar a los demás también. Y ojo, que escuchar no es lo mismo que oír.

La escucha activa es una habilidad muy útil para poder tomar mejores decisiones, mejorar tus relaciones y desenvolverte mejor en toda situación. 

Así que en lugar de presuponer, o en lugar de pensar en otras cosas o en lo que vas a contestar mientras el otro habla, prueba a centrarte en el mensaje, en lo que te están comunicando, y notarás la diferencia. 

5 – Visita el pasado para crear tu futuro

Tu pasado y lo que has vivido hasta ahora tiene mucho que ver con todo lo que haces, piensas y sientes a día de hoy. De hecho, si visitas tu pasado, verás como tus deseos, tus preferencias y tus valores tienen mucho más sentido. 

Por eso, cuando comprendes tu pasado, te desprendes de muchos bloqueos que hoy te impiden avanzar y ganas fuerza para crear un futuro mejor y más acorde con lo que quieres. 

6 – Practica la comunicación verbal y no verbal

Una buena comunicación verbal incluye la escucha activa, la empatía, la amabilidad y la transparencia en el mensaje. 

Una buena comunicación no verbal tiene que ver con los gestos, las expresiones, el contacto visual y la postura que usamos mientras hablamos y escuchamos. 

Muchas veces el cuerpo dice más que las palabras, e incluso se contradicen. Si dominas este tipo de comunicación, tendrás mucho ganado. 

7 – Haz de la honestidad tu prioridad 

Honestidad con otros y contigo. Hay que aprender a decir y decirte la verdad con amabilidad, tratando siempre como te gustaría que te trataran. 

Para ello te pueden venir muy bien 3 preguntas que el comediante Craig Ferguson sugiere:

  • ¿Hay que decirlo?
  • ¿Tengo que decirlo yo?
  • ¿Hay que decirlo ahora?

Estas 7 claves para entrenar la gestión emocional en docentes y gerentes educativos son un muy buen comienzo para dominar esta habilidad. 

Sirven tanto para ti a nivel individual como para compartir con tu equipo. Recuerda que las habilidades emocionales se practican y se desarrollan, no son innatas. 

Así que comienza hoy y verás la eficacia que tiene a la hora de conseguir el equilibrio entre las metas personales y laborales, y por supuesto, en el bienestar en la escuela. 

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